El número de cooperativas integrales en El Salvador crece año tras año gracias a los proyectos de cooperación internacional que ejecutamos en El Salvador con el apoyo de diferentes administraciones. En la actualidad, la Red de Cooperativas del Trabajo Digno cuenta con 38 cooperativas básicas y 5 integrales; 3 de las cooperativas que se promovieron no han sido viables a causa de la violencia ejercida por las maras.
En sus inicios las cooperativas de la Red tan solo disponían de un horno en el que las beneficiarias, tras recibir una formación, comercializaban pan de diferente tipo, pastas y pasteles. Poco a poco, Sindicalistas Solidarios fue transformándolas en cooperativas integrales que además del horno, cuentan con un huerto ecológico, una piscifactoría donde se cría tilapia y un obrador de conservas y mermeladas. Esto contribuye a optimizar recursos, diversificar la oferta alimentaria de las poblaciones y a crear más puestos de trabajo digno y sinergias con agricultores locales, a la vez que hace aumentar los beneficios que las cooperativas revierten a las comunidades.
Las últimas incorporaciones a la Red son tres cooperativas integrales. A través de la financiación del Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat se ha creado una cooperativa integral en Joya de Cerén y una en San José Villanueva. Con el apoyo del Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca y del Consejo Comarcal del Vallès Oriental se ha constituido una tercera en el cantón La Poza.
Para la constitución de las cooperativas integrales lo primero que se hace es la donación en forma de préstamos de un horno que, una vez la cooperativa ya está en marcha, se cede en propiedad. Se continúa con las formaciones de uso y mantenimiento de los hornos, manipulación de alimentos e higiene personal, elaboración de pan, pizzas y pasteles.
Casi simultáneamente, con un asesor agrícola, se inicia la formación para la creación de los de huertos ecológicos y de la crianza de los pequeños peces tilapia, de alto valor nutritivo. Por otra parte, un grupo más reducido de personas de cada cooperativa reciben formación específica para la elaboración de conservas y mermeladas.
Con las cooperativas integrales se incrementa la sostenibilidad y autosuficiencia de las mismas y se suman esfuerzos para avanzar hacia una economía circular y respetuosa con el medio ambiente y dar respuesta a la crisis alimentaria y a las grandes tasas de desempleo que sufre actualmente El Salvador, muy especialmente en las zonas rurales y entre las mujeres.
